domingo, 22 de julio de 2012

¡Cuidado! ¡Un unicornio!

El otro día iba por la calle con un amigo hablando y sin saber muy bien cómo surgió el tema de la existencia de Dios. Mi colega defendía que Dios no existía y yo, que siempre hago de abogado del diablo respondí: "demuéstralo". Antes de que contestará corté diciendo: "Mejor aún, demuéstrame  que aquí delante no hay ahora mismo una unicornio rosa".

Es rosa porque tenemos fe en ello,
es invisible porque no lo vemos.